Tomografía de lo ínfimo – Laura Sofía Rivero (102 págs.)

«Aún no entiendo por qué existe gente mala que arruina cosas tan buenas como la comida. Si comer es un placer sencillo, necesidad básica, que se puede satisfacer en la soledad del paladar que degusta queso derretido, chocolate cremoso o pan crujiente, ¿por qué hay quienes se empecinan en organizar esas salidas en grupo a un restaurante? No sé qué germen diabólico nace en sus conciencias y los provoca a intentar una empresa tan infructuosa como coordinar apetitos» [¿Quién falta de la propina? o de las comidas en grupo]

11 ensayos integran este libro que trata temas tan cotidianos que pasan desapercibidos, así, las unas, los baños, los nombres, las canicas, las bolsas, las pantuflas, las comidas en grupo y más, son el motivo y los protagonistas de las imprecaciones, reflexiones y alabanzas de Laura Sofía Rivero. Un libro adictivo, sin duda.

[A este libro lo catalogaría en el estante de “limpiapaladar” que inauguró Itzel, es un libro súper ágil, con un humor dosificado y muy bien utilizado, y que te hace recordar y repensar diversas cosas o situaciones que son comunes, y por eso muchas veces pasan desapercibidas. La autora tiene un sitio de internet en el que se pueden leer sus diferentes trabajos y que les invito a visitar: https://parasitomimetico.wordpress.com/]

La saga del viajero del tiempo – Alberto Chimal (112 págs.)

«Entretanto, su gato come hierba gatera de una especie antigua. Sus amigos y parientes en todos los tiempos, o fuera de ellos, viven sus vidas. El Biagero del Tienpo sigue sin querer viajar, y viajando, pese a todo, por razones de lo más complicadas. Y quienes leen este libro se quedan sin saber exactamente quién es el Viajero del Tiempo, o por qué emprende estos viajes tan extraños, o si realmente es como su madre dice, es decir, propenso desde siempre a perder el tiempo.

Pero esas personas que observan dejan ahora estas páginas. No todas sienten lo mismo y sería ocioso describir lo que cada una piensa. Pero todas, cuando llega la noche en sus propias eras, duermen. Y sueñan que encienden el aparato mágico, y que de algún modo cada una se vuelve un punto focal del universo, y que delante de sus ojos hay incontables luces nuevas: destellos de viajes rarísimos, hermosos, por dimensiones que apenas pueden describirse.»

El texto está compuesto por minificciones sobre el Viajero del Tiempo, que Alberto escribió en twitter, inspirado en la obra de H. G. Wells La máquina del tiempo. Todos los textos se caracterizan por un humor agudo, propio del autor, que combina con personajes y situaciones conocidas, por ejemplo, Nostradamus, el Comala de Rulfo, las películas de George Méliès, el Drácula de Bram Stoker, etc.; también aparece como uno de los personajes principales el gato del Viajero del Tiempo, inspiración de los gatos con los que convive el autor. Un texto ameno y muy divertido.

[Me gusta mucho la manera en la que escribe Alberto, y cada que lo leo o escucho pienso en la habilidad que tiene de crear estos mundos fantásticos que aparecen en sus novelas y cuentos; sin duda es admirable esta capacidad imaginativa, así como el gran conocimiento que tiene de la cultura popular y literaria de diversas épocas. Es un libro que recomiendo, aunque, he de decir que se me escaparon varias referencias que hay en el texto.]

Eugenia – Eduardo Urzaiz (138 págs.)

«El equilibrio actual nos parece muy sencillo, porque lo hemos encontrado ya hecho al venir al mundo, pero nuestros antepasados lo tuvieron, hasta no hace mucho, por la más absurda de las utopías. Para que llegase a establecerse lentamente, fue necesaria toda aquella larguísima evolución que siguió a las últimas guerras del siglo XXI, si no me equivoco. ¿Verdad, Maestro?»

Considerada la primera novela de ciencia ficción mexicana, Eugenia se contextualiza en Villautopía, la capital de la región centroamericana (que haría referencia a la ciudad de Mérida), en la que se sucede una historia de amor y desamor, así como de reflexión acerca de lo que el mundo fue y lo que es en el momento en que se narra la historia, el siglo XXIII; además de que hay un personaje femenino que representa la condición privilegiada a la que han llegado las mujeres.  Es un relato curioso y reflexivo. Recomendada.

[Este libro, desconocido para mí, fue una recomendación del Círculo de Lectura de CEPHCIS-Yucatán. Me pareció un relato ágil, y me llamó la atención que sea catalogado como la primera novela de ciencia ficción mexicana (incluso, hispanoamericana); si bien su autor nació en Cuba, creció y vivió buena parte de su vida en Mérida.

Eugenia, publicada en 1919, se compara con Un mundo feliz de Aldous Huxley, pues hay diversos elementos que la recuerdan, por ejemplo: el uso de algún tipo de droga para mantener la felicidad, el control meticuloso del crecimiento de la población por parte de instituciones de investigación, la disolución de los Estados-Nación, etc. Tal vez si no la hubiera leído con la idea de esta comparación, no hubiera identificado su similitud con el libro de Huxley; puesto que ya hay muchos productos culturales (series, películas, videojuegos, libros…) que toman estos elementos como parte de su propuesta; pero es un relato que, creo, vale la pena conocer por su importancia en la historia de la literatura mexicana e hispanoamericana.]

Últimas noticias de Sapiens. Revolución en nuestros orígenes – François Savatier y Silvana Condemi (104 págs.)

«Así, en nuestra visión, no son las estructuras biológicas las que crearon la singularidad de la historia evolutiva de Sapiens sino su complejidad social y cultural. Un punto que confirman las investigaciones en neurociencias que demuestran que si el patrimonio genético juega un papel fundamental en el desarrollo de un pequeño Sapiens, los fenómenos que moldean la expresión de sus genes –la epigenética– son cruciales. Ahora bien, el desarrollo del pequeño humano está modulado por sus condiciones de vida, es decir, esencialmente por la alimentación que recibe y el medio que lo rodea, esto es, por la sociedad que, en Sapiens, muy rápidamente se hizo más extensa.»

En este libro de divulgación científica se cuentan algunos elementos importantes de nuestra especie, Homo Sapiens, y algunas hipótesis y hechos que la hicieron llegar a ese grado de evolución; por ejemplo, se dice que la cultura (es decir, la invención de lenguajes y después de lenguas, el conocimiento del uso del fuego, la supervivencia de los individuos más allá de los 30 o 40 años, la domesticación de lobos, cerdos y renos, etc.) fue un factor fundamental en la evolución biológica; así como las diversas migraciones que se han identificado, saliendo de África y Europa. Además, se cuenta que la invención de la agricultura llevo a una “fragilización” de los individuos, debido a que se redujo la variación en la comida de los, antiguamente, grupos de cazadores recolectores; se identifica a la especie Neandertal como la más cercana a la nuestra, e incluso ambas habitaron en el mismo periodo histórico, pero no convivieron. Es un libro corto, pero muy entretenido e ilustrativo.

[Uno de los temas que más me gusta es el que tiene que ver con el proceso de hominización, así que encontrarme con este libro me encantó; está escrito de una manera muy amena, además de accesible a cualquiera que se acerque a leerlo.]

Contra el tiempo. Filosofía práctica del instante – Luciano Concheiro (176 págs.)

«La crisis de imaginación política que nos acecha es severa. No existen propuestas paralelas al capitalismo y a la democracia liberal. Cada vez que tiene oportunidad de hacerlo, Slavoj Žižek afirma: «Podemos imaginar el fin de la Tierra o el fin del mundo –eso resulta muy fácil de imaginar–. Pero imaginar un pequeño cambio en el capitalismo, en el mercado, nos resulta imposible.» Para el filósofo esloveno una prueba infalible de esto es que, frente a la infinidad de películas apocalípticas (la vida terrestre aniquilada por asteroides, plagas, epidemias o guerras nucleares) existentes, no hay ninguna que retrate un mundo poscapitalista.”

Luciano Concheiro comparte una serie de reflexiones sobre el mundo actual, el capitalismo, el consumo, la disolución del yo y otros temas que se acompañan de la velocidad que este sistema impone. Además, da una especie de camino a considerar para modificar la vida actual: el aprovechamiento del instante, pero no como un concepto sencillo, más bien, como una búsqueda de lo que John Holloway llamaría “las grietas del capitalistmo” o de lo que Walter Benjamin consideraría “el relámpago”: es decir, momentos, situaciones, fragmentos de vida que tenemos que aprender a reconocer, porque si no se escapan en el vértigo del capitalismo posmoderno neoliberal.

[Llegué a este autor por la publicación que compartió Belén, en el que se recomendaba a varios autores jóvenes; así que lo elegí para el reto del mes. Cuando leí sobre él me pareció interesante su perfil: era descrito como una de las grandes mentes de su generación, profesor de la facultad de Filosofía de la UNAM, y un gran ensayista. Con todas estas expectativas empecé el texto, y francamente me decepcionó: yo esperaba una disertación más articulada con autores que yo he leído, o discusiones directas con cuerpos teórico/filosóficos actuales; lo que me encontré, más bien, fue un texto sencillo, que puede ser aprovechado por personas que no haya tenido ningún acercamiento a teorías marxistas o a la teoría crítica. No obstante, al haber pasado dos años de maestría estudiando a la gente de la teoría crítica y, al mismo tiempo, a Marx por ser el pensador que inspiró a dicho cuerpo teórico; este libro se me hizo más bien simplón.]

El síndrome de París – Aniko Villalba (256 págs.)

«La vida, al final, consiste en dónde pasás tu tiempo y cómo. Hay quienes necesitan el movimiento para ser felices y quienes son obligados a moverse y no quieren. Hay quienes nacen en un lugar que sienten correcto y otros en uno que consideran equivocado. Y hay quienes viven esperando el regreso al escenario que tuvieron que abandonar. «

El título del libro hace referencia a un síndrome común en población nipona que visita París con una idea romantizada, pero que se da cuenta de que al fin y al cabo, es una ciudad más con sus claros oscuros, con sus bellezas y sus fealdades; este síndrome incluso es tratado por médicos especializados. Aniko Villalba lo usa de pretexto para hablar de ese momento en que se da cuenta de que, después de varios años de ser “viajera profesional”, ha llegado a un punto de desencanto y hartazgo. Sin embargo, antes de decidirse a parar, nos cuenta algunas de sus experiencias en países como Chile, Bolivia, Islandia, España, Francia, Hungría, Singapur, etc. Es un libro adictivo y muy interesante.

[Empecé a leer este libro por curiosidad, después de ver algunas frases que Aby, la coordinadora del Club de Lectura de la Alianza Francesa, compartió en sus historias de Instagram. Desde las primeras líneas me pareció muy interesante, además de que se acompaña con algunas ilustraciones y fotografías de la autora, que complementan muy bien el relato.

Yo soy una persona a la que le cuesta mucho decidirse a viajar, no es una de mis pasiones en la vida (y sé que puedo ser juzgada por eso), pero tampoco es algo que siento que me falte; aunque tengo en la cabeza algunos destinos que quiero visitar, por la magnificencia que representa, por ejemplo, el desierto de Atacama, la Costa Jurásica, las cuevas de Altamira, el lago Baikal, quiero regresar a las cuevas de Lascaux, etc. Entiendo perfecto que es una manera de ampliar horizontes y conocer otras culturas, sin embargo, eso también lo he podido hacer a través de la lectura, el cine y la fotografía; por lo que tampoco siento que daba hacerlo para conocer. Leer a Aniko me dio una idea de cómo vive una persona cuya profesión le demanda viajar; y es realmente impresionante: pensar en ir pidiendo ride para ir de un lugar a otro, convivir con personas de diversas partes del mundo, aprender códigos culturales para no romper ninguna norma moral, estar frente a fenómenos naturales únicos… ¡sin duda es un libro que recomendaría a todo mundo!

Además, empecé a escuchar un podcast recién iniciado de la autora que me parece maravilloso, se llama “Mientras no escribo”, y en él ella y Nicolás Verni cuentan todos esos momentos de rechazo a o de “falta de inspiración” en la escritura. Muchas de las cosas que cuentan me han pasado al momento de tener que redactar cualquier cosa, entre ellas, la amada-odiada tesis que aún no termino o las reseñas para el blog.]

A través del espejo y lo que Alicia encontró allí – Lewis Carroll (215 págs.)

«-¿Te gustaría vivir en la Casa del espejo, Kitty? Me pregunto si te darían leche allí. A lo mejor la leche del espejo no se puede beber… ¡Pero mira, Kitty!, también tiene un pasillo. Se puede ver un poquito del pasillo de la Casa del espejo si dejas la puerta de nuestro salón abierta por completo: y es muy parecido a nuestro pasillo por lo que puedes ver, aunque es posible que sea diferente más allá. ¡Oh, Kitty, qué divertido si pudiéramos cruzar a la Casa del espejo! ¡Estoy segura de que allí hay cosas preciosas!»

En una segunda parte de las aventuras de Alicia, por alguna razón desconocida atraviesa el espejo que está en el salón de su casa, y se encuentra en un mundo que se rige bajo la lógica de los escaques y piezas de ajedrez, aunque, como en su anterior aventura, mucho de lo que ve y vive es un sinsentido. El objetivo a alcanzar es convertirse en reina, junto con las reina roja y la blanca, en su camino se encuentra con seres extraordinarios y muy curiosos, como el famoso Humpty Dumpty. Al igual que el primero, es un libro entretenido y de fácil lectura.

[Al principio pensé que el libro se enfocaría un poco más en movimientos de ajedrez y jugadas, por lo que había leído de la afición de Alicia Liddell hacia este juego, pero no fue así; cosa que no me molestó. Creo que Lewis Carroll tenía mucha habilidad en la creación de mundos fantásticos, que te hacen preguntarte en dónde está el límite de lo real.]

El matrimonio de los peces rojos – Guadalupe Nettel (120 págs.)

«Según lo que había dicho aquella noche, las cucarachas tenían códigos y rituales, al menos funerarios. Me dije que era importante observar sus comportamientos o más sistemáticamente y que de esa observación saldrían las claves para aniquilarlas.» [Guerra en los basureros]

En este libro, Nettel toma a un animal como pretexto para hablar de alguna situación humana. Así, vemos desfilar peces rojos, cucarachas, gatos, hongos y serpientes; cuyo comportamiento se asemeja a algún aspecto humano. Me parece muy interesante la manera en que Nettel encuentra estas similitudes, y las expone, como si fuera una serie de ensayos etológicos. ¡Me encantó!

[Sigo diciendo que Guadalupe Nettel es una narradora extraordinaria, me sigue sorprendiendo la manera en la que construye sus historias y las situaciones que elige para ellas. Particularmente, los cuentos que más me impactaron fueron aquellos en los que aparecen cucarachas y hongos; de hecho, éstos últimos llamaron mi atención, porque sale de la lógica animal. Creo que en ambos se rompen límites morales y sociales, que dejan reflexionando al lector.]

La nariz de Charles Darwin y otras historias de la neurociencia – José Ramón Alonso (300 págs.)

«El estudio del cerebro, la Neurociencia, es la disciplina científica más atractiva en estos momentos. Cada vez entendemos más sobre cómo interpretamos el mundo, las enfermedades que nos afligen, dónde reside la consciencia y el amor, cuál es el sustrato del potencial único de la especie humana para sentir, pensar, crear y soñar. «

Este libro de divulgación científica está conformado por una serie de ensayos muy amenos, en los que los relatos sobre el cerebro y sus enigmas van dando luz y conocimiento al lector. Así, se habla, por ejemplo, del síndrome del Zombi, el galvanismo, los miembros fantasmas, algunos individuos que sufrieron terribles accidentes en la cabeza y que sobrevivieron, la sorprendente capacidad de aprendizaje de los bebés, la relación entre arte y ciencia, etc. Es un libro súper entretenido.

[A José Ramón Alonso estoy segura de que llegué por una recomendación de un divulgador al que le encanta recomendar este tipo de libros. A comparación de Oliver Sacks, que también hace una especie de divulgación científica sobre neurología a través de la exposición de los casos que ha atendido en sus libros, Alonso más bien reflexiona sobre esta rama de la medicina de manera histórica. Creo que es uno de los textos que recomendaría a todo aquel que se quisiera acercar a la divulgación, tanto en el papel de lector como en el de escritor.]

Alicia en el País de las Maravillas – Lewis Carroll (191 págs.)

«-¡Me pregunto si atravesaré el centro de la tierra!

¡Qué divertido sería salir entre personas que caminan boca abajo! Las Antipatías, creo que se llamaban… (y esta vez se alegró de que no hubiera nadie escuchando porque no estaba segura de que se tratara de la palabra correcta)… «

Como ya sabrán, esta es la historia de Alicia y su encuentro con un conejo blanco y una oruga, después de una caída que parecía no tener fin; un constante cambio de tamaño debido a hongos extraños y pócimas desconocidas; la visita a una duquesa refunfuñona y su cocinera que todo adereza con mostaza; su convite con el Sombrerero, la Liebre de Marzo y el lirón adormilado; su juego de croquet con la Reina de Corazones, y otros eventos incomprensibles.

[Esta edición de Alicia me gustó mucho por las ilustraciones, realizadas por el autor de “El sistema”: Peter Kupper. Aunque conocía la historia por las películas, no me había acercado al libro, conocía algunos datos de Lewis Carroll por lo que encontraba en algunas notas; así como el origen de esta historia. Creo que es muy entretenida para cualquiera que quiera salir un rato de aquello que llamamos realidad, además de que las coplas y cantos me hicieron recordar a aquellas más elaboradas que hay en la obra de Tolkien. Me gustó, y como viene en edición doble, ahora estoy leyendo “A través del espejo y lo que Alicia encontró allí”, que curiosamente tiene que ver con ajedrez Alice Lidell, la persona que inspira el personaje de Alicia, sabía jugar ajedrez; su familia pertenecía a la clase aristocrática inglesa, y su padre promovió este juego entre sus hijas.]